domingo, 9 de enero de 2011

Sin humos



Fotos: Sara Pérez

Como fumadora pasiva egoísta e intransigente... estoy encantada con la nueva ley antitabaco (Laura también). Sí, llámame quisquillosa pero me gusta comer en un restaurante en el que no intercale los bocados con bocanadas de humo. Llámame maniática, pero agradezco tomar un café en una cafetería que huela a café, no a tabaco.

Prueba de fuego: discoteca
Este sábado he hecho con unas amigas la prueba más complicada: la ley antitabaco en una discoteca. Y sí, la ropa, el pelo, y hasta la habitación, al día siguiente, no huele a humo.

Sé que muchos fumadores se tiran de los pelos, nos llaman intransigentes, prohibicionistas, caciques. Pero hoy nos llevamos las manos a la cabeza recordando que antes se podía fumar en centros educativos o en el avión. Y más tiempo atrás en los autobuses y hasta en los centros de salud. Una aberración que hoy nos parece intolerable, como dentro de unos años nos lo parecerá el hecho de que durante tanto tiempo hubiésemos estado comiendo, bailando, o jugando con niños en los parques, mientras el de al lado fumaba. Porque a un espacio libre de humos es muy fácil acostumbrarse. Yo ya lo he hecho.

1 comentario:

La olivina dijo...

Lore!! qué linda eres!! gracias por enlazarme!!Muy buena entrada y como ya sabes estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo creo que la intransigencia es la que han tenido los fumadores con nosotros durante todo este tiempo... ya era hora de que preservaran nuestra salud en este aspecto. Yo siempre pongo el ejemplo de aquel anuncio en donde estornudaban en la cara de otra persona y ésta se molestaba, pues igualmente me molesta a mi que me echen el humo en todo el careto...pero ya no más!! Un beso gigante y muy buena entrada!