jueves, 22 de julio de 2010

Iberia 2801, el avión de los campeones


12 de julio de 2010
. La selección española de fútbol, flamante campeona del Mundial de Sudáfrica regresa a España para celebrar el título con los aficionados. Viajan desde Johanesburgo a Madrid, a bordo de un Airbus 340. Dentro del avión, mientras periodistas y algunos jugadores intentan dormir, Reina, Ramos y Villa animan con música y canciones. Pero no eran los únicos que no podían contener la alegría.



Y es que, la victoria nos hizo a todos un poco más felices. Y esa felicidad por haber ganado el Mundial llegó también a la mismísima torre de control del aeropuerto de Barajas. El País publicaba ayer parte de las conversaciones entre los controladores y la tripulación del avión en el que viajaba la selección en su llegada a Madrid.

Aquí el audio completo.
Justificar a ambos lados

lunes, 19 de julio de 2010

Nadie puede tener 500 millones de amigos


No llegará a las pantallas hasta octubre pero ya está dando mucho que hablar. Es "The Social Network", una película sobre el origen de la red social Facebook. Aunque así de simplificado, se puede caer en el error de minusvalorarla. La cosa cambia cuando sabemos que tras la cámara está David Fincher, artífice de cintas como Seven, El Club de la lucha, Zodiac o The game. Y como tampoco un nombre es garantía de nada, sumemos el tráiler, con una música interesante (genial versión de Creep de Radiohead), a Jesse Eisenberg en la piel de Mark Zuckerberg, y seguro que, como poco, querremos ver qué pasa cuando alguien pretende conseguir 500 millones de amigos...





domingo, 18 de julio de 2010

Un poquito más felices


Un estudio del Instituto Coca-Cola de la Felicidad ha concluido que los españoles somos un poquito más felices después de que la selección ganase el Mundial de fútbol. Que es un deporte que mueve masas, ya lo sabíamos. Que la gente llora, se emociona, se enfada o se altera con su equipo, también. Pero que la selección pudiera ser capaz de movilizar a tal cantidad de gente... la verdad, nos ha cogido por sorpresa. Nunca tantas banderas de España se habían visto por las calles, ni tantas voces se habían unido al "yo soy español, español, español". Porque hasta que Iniesta nos llevó a la gloria, lucir la bandera rojigualda o llenarse la boca diciendo que se es español, resultaba un tanto facha. Hasta hace apenas una semana, la bandera y la nacionalidad se nos antojaban demasiado politizadas. Durante años se han asociado a determinados posicionamientos políticos e ideológicos que parecían no incluir toda la heterogenidad de un territorio que prefería identificarse con las autonomías antes que con un estado que parecía más madrileño que español. Y entonces llegó Vicente del Bosque y se llevó al Barça a jugar un Mundial, reservando la portería para el mejor guardamenta del mundo. Y así, mientras los catalanes se aferraban al alma culé de la roja, los madrileños ensalzaban las figuras de Casillas y Ramos, y los nostálgicos evocaban a Aragonés... el resto de España se fue animando con el buen juego de la roja y al menos por un día, todos quisimos llevar una camiseta o una bandera de España.

Hubo momentos de tensión, y cuando parecía que íbamos a perder el júbilo rojo y amarillo, apareció el de Fuentealbilla, para llevarnos a todos, de una patada, a hacer historia. GOOOOOOOOOOOOOOOOOOL!!!!!!
Iniesta de mi vida, que diría Camacho.



Y se ve, que eso nos ha hecho más felices. Porque ese momento, el del gol, ha sido el más intenso para el 68% de los entrevistados (otro 22% se queda con el final del partido). Según este mismo estudio, Casillas, Iniesta y Villa, por ese orden, son los jugadores que más felices nos han hecho, con una puntualización por sexos: las mujeres prefieren al de Móstoles, y los hombres a Iniesta. El rojo es el color que más asociamos a la felicidad, y la victoria de la selección nos ha hecho más felices y nos ha unido más a nuestro entorno. Pero, ¿cuánto cuesta la felicidad?

El precio de la felicidad
Desde el inicio del Mundial, con la derrota ante Suiza incluida, nos llevamos las manos a la cabeza al saber las primas que los 23 jugadores recibirían si ganaban: nada más y nada menos que 600.000 euros cada uno. Un dineral: 13.800.000 euros en total!!!! Somos, según el INE
más de 46 millones de españoles. Así las cosas, la victoria de los de Del Bosque nos costaría unos 30 céntimos a cada uno. Si según el estudio del Instituto de la Felicidad, ganar el Mundial nos ha hecho más felices al 90% de los españoles, ¿no merece la pena pagar esos 30 céntimos? ;)))

La felicidad en la prensa
Por cierto que para la prensa el lunes 12 de julio ha debido de ser también un día de gran felicidad, ya que quien más y quien menos ha podido publicar la portada que siempre soñó:
PÚBLICO: "LA ROJA REINA"
ABC: "11-J PARA LA HISTORIA DE ESPAÑA. CAMPEONES"

LA RAZÓN: "¡GRACIAS ESPAÑA!

LA GACETA: "ORGULLOSO DE SER ESPAÑOL"
LA VANGUARDIA: (Foto de Iniesta) "REYES DEL MUNDO"

domingo, 11 de julio de 2010

Un ciudadano ejemplar


Un hombre ve cómo matan a su mujer y su hija. Ha visto la cara de los asesinos y hay pruebas de ADN. Su abogado, bajo la premisa "mejor algo de justicia que nada", llega a un acuerdo para no ir a juicio: uno de los culpables será ejecutado, y el otro no tardará en quedar en libertad. Clyde Shelton (Gerard Butler) no se lo perdonará. Así arranca Un ciudadano ejemplar, una película que da la sensación de que podría haber dado más de sí. Es entretenida, pero previsible, con altibajos y un final regulero.

Usted hace pactos con asesinos
Aunque podría ser interesante el tema inicial de los acuerdos legales con los acusados, la película se queda corta en su intento de ser una crítica al sistema judicial. Hay algún momento memorable como la defensa que el propio Shelton hace de sí mismo ante la juez: "soy un ciudadano ejemplar, no tengo antecedentes...", como inicio de su propia guerra contra la justicia.

El tráiler, por su parte, deja poco lugar a la imaginación.