lunes, 18 de abril de 2011

Aiguantulivinamérica

El sábado, en un arranque antisistema (esto es un claro guiño a tu tuit, Sara), Sara y yo osamos no ver el primero de los cuatro partidos del siglo que (el fútbol es así) los calendarios han querido concetrar en un mes. Y huyendo de los goles, los gritos, los madridistas, los culés, el árbitro y, por supuesto, de Mourinho, nos fuimos a la Chocita del Loro a ver un monólogo de Goyo Jiménez. "De aquí vais a salir reídos", dijo Goyo al comienzo. Y nos reímos. Nos reímos mucho. Tanto, que hemos dado por muy muy bien empleados los 16 euros que costó la entrada. "Eso es amor", dijo Goyo a su entregado público. "Esos 16 euros para mí son una muestra de vuestro amor por mí; bueno, una muestra de afecto. Amor es lo de Los Miserables, que cuesta ciento y pico euros".


"Aiguantulivinamérica" es un divertidísimo monólogo que, por lo que cuesta, no te deberías perder ;)

Para ir abriendo boca... una muestra de cómo se las gasta Goyo. Porque es lunes y unas risas nunca vienen mal.

miércoles, 6 de abril de 2011

Nunca me abandones

Nunca me abandones Título original: Never let me go Director: Mark Romanek Intérpretes: Carey Mulligan, Keira Knightley, Andrew Garfield Año: 2010

Un estricto internado inglés, tres niños, una historia de amor y la oscura razón por la que están ahí. Nada explica mejor Nunca me abandones que la frase promocional: "Les controlaban sus vidas, pero no sus sentimientos". Porque de eso trata esta historia. De los sentimientos de amor, de amistad, de envidia, de decepción, de perdón, de resignación.



Basada en la novela de Kazuo Ishiguro, de ciencia ficción aquí sólo vemos el trasfondo. Lo demás son las tristes vidas de los tres protagonistas y la angustia con la que se aferran a una vaga esperanza (magistral el desgarrador grito de dolor de Garfield). Con una sobria estética, Romanek exprime a tres actores que por sí solos justifican haber pagado para ver una película que desvela el final en los primeros minutos de metraje. La trama se explica muy pronto, tanto, que a partir de ahí ya sólo queda acompañar a los protagonistas hacia su triste destino, disfrutando, eso sí, del buen hacer de los jóvenes Mulligan, Knightley y Garfield.



Carey Mulligan

Descubrimos su potencial en An Education donde, con un estilo que emulaba tal vez en exceso a Audrey Hepburn, daba vida a Jenny, una joven de 17 años. Una interpretación maravillosa, pero que no es casual. Y por eso aquí, en Nunca me abandones, Mulligan vuelve a deslumbrar. Ella capta toda nuestra atención, a pesar de estar acompañada en todo momento, por dos buenos comparsas: Andrew Garfield, mundialmente conocido por haber dado vida a Eduardo, el amigo de Mark Zuckerberg en La red social, y Keira Knightley, un poco sobreactuada y excesiva dando vida al personaje menos agradecido de la cinta.